Me engrandezco. Alimento mi megalomanía como un canto
sublime a la libertad. No es una coraza, sino un baño espumoso y caliente en el
que me adormezco abrigado. Me quiero tanto, es tan sincera la admiración y el
respeto que siento por mí mismo, que difícilmente podrán hacerme hincar de
hinojos los que reclaman un cambio en mis actitudes. No dudar, no entrar en una
espiral de complejos y timideces, erigirse en César y dejar que nuble la vista el
cálido y escalofriante aliento de la autoadoración; ese es el bálsamo. La
eterna juventud, redescubierta sobre la más alta cima; los ojos en el
horizonte, la mirada severa. Así jamás habrá cadenas consentidas. Sólo un filo,
con un corte profundo, podrá arrodillarme. Mi imperio es todo aquello que
envuelve el aire; cualquier lugar bajo los cielos está sometido a mi presencia.
Sólo por existir he conquistado el derecho a bendecir la tierra… o condenarla.
Mi epidermis se subleva. Es como si un susurro de delicia
fuera emitido por cada uno de mis poros en una danza de seda; un susurro que
doblega al dolor; el éxtasis de la piel, la catarsis del nervio. Todo mi
organismo tiende hacia arriba en un acto de afirmación desconocido. La
levitación no es una quimera. Si un hombre puede descubrirse a sí mismo, asistir
al espectáculo maravilloso de su perfección, todos los átomos que lo componen
querrán huir del suelo, flotar en un mar de ternura, ascender empujados por su
propia caricia. Y ese hombre, ahora, soy yo. No el primero. No el último. Sí el
gran megalómano que se bebe el tiempo presente; este tiempo que ha sido
impregnado con el perfume de mi existencia.
Pero no temáis. No os haré el cálculo de mis virtudes, que
tal vez no consideréis tales. Yo sé el alcance de mi poder. Sólo a mí me está
reservado el gozo de verme por dentro, el puro maravillarme ante la percepción
de mi propio cuerpo deificado. Y no es necesario más. Sólo persigo el hormigueo
que convierte al hombre cansado en hombre sin peso ni estatura; ligero hacia la
absorción panteísta del universo completo, glotón y libre.